Tú, estabas a mi lado.
Cuando abandoné aquella casa maldita,
cuyas paredes me aprisionaban
Tú, estabas a mi lado.
Cuando no hablaba porque me dolían las palabras,
Tú, estabas a mi lado.
Cuando me destruyeron los otros,
Tú, estabas a mi lado.
Cuando yo creía ser cuerpo inerte,
Tú estabas a mi lado.
Cuando me hablabas y sólo sonreía,
Tú, estabas a mi lado.
Cuando creia que el mundo era el vivo infierno,
Tú, estabas a mi lado.
Cuando quise morirme,
Tú estabas a mi lado
Sin ti, nunca habría sido
lo que ahora soy.
3 comentarios:
Eres afortunada porque estuvo a tu lado, pero seguramente, te lo merecías.
Un abrazo.
Qué grande es tener un buen amigo, como dice Marina , seguro que te lo merecías!
un beso
gracias a las dos por vuestros comentarios. Sois una delicia.
un abrazo,
Gemma
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