Hoy ha sido un día de los de recordar. Hoy, mientras miles de personas estaban espectantes porque jugaba su equipo de fútbol favorito, mientras los indignados continuaban estando indignados pero tranquilos en su plaza ( que nada ni nadie vuelva a irrumpir su paz) ,yo me estaba examinando de las pruebas para Técnico de Prevención. Tengo que confesar que hacía días que no me sentía tan bien. Y esta vez estas letras escritas desde mi yo más íntimo no son irónicas. Los que vivimos en zona rural de vez en cuando añoramos la algarabía de la ciudad. Hecho de menos el pasar desapercibida. Me gusta cuando miles de caras variopintas ponen su vista hacia ningún lugar. Me gusta cuando nadie conoce al prójimo y es por ello que es posible respetar su intimidad.
Mientras paseo, me gusta observar mi entorno. A veces peco de observar demasiado y no es bueno porque en ocasiones me lleva a pensar más de lo que mi cerebro permitiera. Entonces sucede que las neuronas se ponen nerviosas y acaban discutiendo. Cada una va para un lado y yo me quedo conmigo misma. Un ejemplo de pensar demasiado: ¿ Que hacía una señora en un descampado a pleno sol y golpeando el suelo con un bastón ? ¿ buscaba caracoles ? Continuará...