Reflexiones

Viernes, 27 de noviembre de 2009

Hoy me he topado con un espécimen de los que, perdonen mi ignorancia, desconocía su existencia. Este personaje es de  aquellos que critica a todo el que no hace lo mismo que el resto de mortales. Como por ejemplo no  ver el partido, Madrid-Barça. Pues a mí no me gusta el fútbol  y además  soy neutral en este aspecto. Y si apuramos prefiero ver un partido de Pim-pom. No entiendo ni comparto las rivalidades entre equipos procedan de donde procedan.


Crisis y más crisis

Con los tiempos que corren ya no puede ir uno ni a hacerse un reconocimiento médico. Claro, la crisis, excusa número uno para achacar los errores humanos. Que si no hay suficiente personal. Que si ésta es mi última semana aquí. Que si tengo estrés; porque claro, me han reducido las horas y resulta que el trabajo es el mismo. Que si mi mujer se ha quedado en paro y ahora tenemos que pagar los colegios de los niños más el BMW. Que si la abuela fuma y antes no fumaba. Y un sinfín de excusas y en definitiva los afectados: los pacientes. Y vas a hacerte un reconocimiento, y el Doctor de turno ha hecho “ copy –past “ ( copiar y pegar ) y ha calcado los datos de un paciente a otro, y ahora uno tiene un tapón en el oído y el otro también , el colesterol alto, el otro también… Quizá habrá que buscar la parte positiva del asunto, si piensas que tienes colesterol alto y no era así, aprovechas para hacer un poco de dieta que seguro no te va mal y te pones a tono para los esperados y suculentos polvorones navideños. Lo único lo del tapón me da más miedo porque yo oía perfectamente y ahora, no sé si oigo o no, uf, verdaderamente me estoy obsesionando. Señores, la crisis es muy mala.

Descubriendo Productos típicos

Viernes, 6 de noviembre de 2009
Es curioso vivir en otros lugares distintos al tuyo natal y donde te has criado. Hace que aprendas cada día algo nuevo. Enriquecimiento cultural, que se dice. Yo, de Madrid desde que nací hasta los treinta y tantos y ahora mira, aquí en Cataluña. Más catalana que los catalanes de pura cepa. Hoy he tenido que elegir un menú para una cena y cuál ha sido mi sorpresa: entre los platos a escoger, “gallo del Penedès “o pato con ciruelas y piñones. Y yo me pregunto, ¿no hay platos más sencillos, algo así como un filete a la plancha con patatas o unos huevos fritos? Yo veo un poco recargado el pato este con tanto ingrediente, porque dice con ciruelas y piñones, pero no me creo yo que no lleve más cosas. Esto debe de ser en lo que destaca, y seguramente hay más ciruelas y piñones que pato en sí. Y cuando todo esto empiece a dar vueltas en el estómago seguro que hasta el mismo pato habla. ! Qué desbarajuste ¡.Sigo pensando en pedir, si es posible, algo más “light “.Por las noches las cenas copiosas son indigestas. Aunque el gallo del Penedés suena a denominación de origen, tiene otra pinta, creo yo. Y siempre cuando viajes podrás decir “he comido gallo del Penedès “como “quien dice Fresón de Aranjuez “o judías del Barco “. Le da otro prestigio a uno. Que ahora ya nadie se acuerda, pero yo de pequeña lo había escuchado esto muchas veces. ! Ah ¡y el anís de Chinchón ,que se me olvidaba. Y disculpen todos aquéllos que no menciono, porque entiendo que cada región, cada provincia, cada lugar tiene sus cosas típicas.

Lunes, 9 de noviembre de 2009

Ya está, ya cenamos. Y, finalmente, después de tanta conjetura, dejé las aves a un lado (ni que decir tiene que nunca con intención de desmerecerlas) .Y me decanté por el pescado, más sano según los médicos, expertos que siempre alegan que es más saludable comer pescado que carne. Pues, si ellos lo dicen, será cierto, no ?Lo que sucede ahora es que ya no puedo seguir escribiendo de cosas típicas de los diferentes lugares de España y no le voy a preguntar al Sr D. Google. A ver de dónde es típica la pescadilla. Será del mar, digo yo. Del mar en general, ¿me equivoco? Pues me pueden llamar inculta los que lo deseen, pero en este mundo no es fácil saber de todo. A veces hay cosas se te escapan. Sí que es cierto que hay personas que saben lo que no está escrito en los libros, y no es mi caso. He puesto una foto de la pescadilla para situarnos. No dice “cómeme”; más bien pareciera que nos va a comer ella. Y para terminar, tengo que confesar que después de cenar no pedí postre; unas hierbas digestivas, y ya está. Tanto pensar en comida me dejó inapetente. Pensándolo mejor un cafetito no hubiera estado mal. Pero, el tema de los cafés lo dejamos para otro día, sobre eso se puede hablar largo y tendido.

Festa Major i Tió

PLA DEL PENEDES 10/8/2009 17:27

Les vacances s’acaben i La Festa Major també… ara a recollir. Jo estic a la Junta del AMPA del cole del meu nen i com l’AMPA d’aquest fantàstic i meravellós poble (El Pla del Penedes) és la “ number one “ organitzant esdeveniments pels nens, organitza també els BALLS dels Petits de la Festa Major. Quan ens dispossàvem a recollir i deixar-ho tot en el seu lloc, timbals,panderetes, cavallets, com diu la dita “ cada mochuelo a su olivo “ aquesta dita sempre la deia la meva avia i no sé bé d’on bé , que tot s’ha de dir jo sóc de Madrid. Llavors va passar el següent:De cop i volta vam sentir crits, els nens cridaven , -mama! Mama! Vine, corre! I mira que hi ha ¡ Aquí hi ha un tió. Els nens van destapar un tió Gegant que hi havia en aquella sala. Mare meva, ara que fem, quina explicació els hi donem ¿ I el meu nen, com que d’imaginació té tota i més, tan sol va dir que aquell tió era propietat de l’Alcalde pero que no era l’auténtic que l’auténtic era al garatge de casa seva i que està allà perquè Així esta més a prop de casa i no ha de viatjar tant. La imaginació al poder i els nens també. I ara tornant a la realitat fins les vacances de 2010.

Fragmento de " La Cantante Calva " - Eugène Ionesco ( 1909-1994)

ESCENA I

Interior burgués inglés, con sillones ingleses. Velada inglesa. El señor SMITH, inglés, en su sillón y con sus
zapatillas inglesas, fuma su pipa inglesa y lee un diario inglés, junto a una chimenea inglesa. Tiene anteojos
ingleses y un bigotito gris inglés. A su lado, en otro sillón inglés, la señora SMITH, inglesa, remienda unos
calcetines ingleses. Un largo momento de silencio inglés. El reloj de chimenea inglés hace oír diecisiete toques
ingleses.

SRA. SMITH:

– ¡Vaya, son las nueve! Hemos comido sopa, pescado, patatas con tocino, y ensalada inglesa. Los niños han bebido agua inglesa. Hemos comido bien esta noche. Eso es porque vivimos en los suburbios de Londres y nos apellidamos Smith.

SR. SMITH: (continuando su lectura, chasquea la lengua).

SRA. SMITH:

– Las patatas están muy bien con tocino, y el aceite de la ensalada no estaba rancio. El aceite del almacenero de la esquina es de mucho mejor calidad que el aceite del almacenero de enfrente, y también mejor que el aceite del almacenero del final de la cuesta. Pero con ello no quiero decir que el aceite de aquéllos sea malo.

SR. SMITH: (continuando su lectura, chasquea la lengua).

SRA. SMITH:

– Sin embargo, el aceite del almacenero de la esquina sigue siendo el mejor.

SR. SMITH: (continuando su lectura, chasquea la lengua).

SRA. SMITH:

– Esta vez Mary ha cocido bien las patatas. La vez anterior no las había cocido bien. A mí no me gustan sino cuando están bien cocidas.

SR. SMITH: (continuando su lectura, chasquea la lengua).

SRA. SMITH:

– El pescado era fresco. Me he chupado los dedos. Lo he repetido dos veces. No, tres veces. Eso me hace ir al retrete. Tú también has comido tres raciones. Sin embargo, la tercera vez has tomado menos que las dos primeras, en tanto que yo he tomado mucho más. Esta noche he comido mejor que tú. ¿Cómo es eso? Ordinariamente eres tú quien come más. No es el apetito lo que te falta.

SR. SMITH: (continuando su lectura, chasquea la lengua).

SRA. SMITH:

– No obstante, la sopa estaba quizás un poco demasiado salada. Tenía más sal que tú. ¡Ja, ja! Tenía también

demasiados puerros y no las cebollas suficientes. Lamento no haberle aconsejado a Mary que le añadiera un poco de anís estrellado. La próxima vez me ocuparé de ello.

SR. SMITH: (continuando su lectura, chasquea la lengua).

SRA. SMITH:

– Nuestro rapazuelo habría querido beber cerveza, le gustaría beberla a grandes tragos, pues se te parece. ¿Has visto cómo en la mesa tenía la vista fija en la botella? Pero yo vertí en su vaso agua de la garrafa. Tenía sed y la bebió. Elena se parece a mí: es buena mujer de su casa, económica, y toca el piano. Nunca pide de beber cerveza inglesa. Es como nuestra hijita, que sólo bebe leche y no come más que gachas. Se ve que sólo tiene dos años. Se llama Peggy. La tarta de membrillo y de fríjoles estaba formidable. Tal vez habría estado bien beber, en el postre, un vasito de vino de Borgoña australiano, pero no he llevado el vino a la mesa para no dar a los niños un mal ejemplo de gula. Hay que enseñarles a ser sobrios y mesurados en la vida.(.-

SR. SMITH: (continuando su lectura, chasquea la lengua).(..).