Es curioso vivir en otros lugares distintos al tuyo natal y donde te has criado. Hace que aprendas cada día algo nuevo. Enriquecimiento cultural, que se dice. Yo, de Madrid desde que nací hasta los treinta y tantos y ahora mira, aquí en Cataluña. Más catalana que los catalanes de pura cepa. Hoy he tenido que elegir un menú para una cena y cuál ha sido mi sorpresa: entre los platos a escoger, “gallo del Penedès “o pato con ciruelas y piñones. Y yo me pregunto, ¿no hay platos más sencillos, algo así como un filete a la plancha con patatas o unos huevos fritos? Yo veo un poco recargado el pato este con tanto ingrediente, porque dice con ciruelas y piñones, pero no me creo yo que no lleve más cosas. Esto debe de ser en lo que destaca, y seguramente hay más ciruelas y piñones que pato en sí. Y cuando todo esto empiece a dar vueltas en el estómago seguro que hasta el mismo pato habla. ! Qué desbarajuste ¡.Sigo pensando en pedir, si es posible, algo más “light “.Por las noches las cenas copiosas son indigestas. Aunque el gallo del Penedés suena a denominación de origen, tiene otra pinta, creo yo. Y siempre cuando viajes podrás decir “he comido gallo del Penedès “como “quien dice Fresón de Aranjuez “o judías del Barco “. Le da otro prestigio a uno. Que ahora ya nadie se acuerda, pero yo de pequeña lo había escuchado esto muchas veces. ! Ah ¡y el anís de Chinchón ,que se me olvidaba. Y disculpen todos aquéllos que no menciono, porque entiendo que cada región, cada provincia, cada lugar tiene sus cosas típicas.
Lunes, 9 de noviembre de 2009

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